Cómo Nuestro Reloj Biológico Interno Afecta Nuestra Salud

Bajar de Peso al Ritmo de tu Cuerpo

En la medicina regenerativa y antienvejecimiento, se esta dando  especial atención a la ciencia que hay detrás del ritmo circadiano. Ya que este ritmo cronológico influye en el metabolismo, en la expresión génica y en muchos otras funciones de regulación hormonal. Estos ingeniosos mecanismos internos llamados relojes biológicos y que están formados por una serie de proteínas que interactúan con las células de todo nuestro cuerpo, tienen la vital función de mantener una sincronización perfecta en nuestro organismo.

Estos relojes biológicos, están dentro de nuestros tejidos y órganos, ejerciendo una influencia silenciosa pero fundamental en nuestra salud y bienestar. Los avances en este campo se deben mucho a investigadores de la talla de Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, quienes en 2017 fueron galardonados con el premio Nobel gracias a sus descubrimientos sobre los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano.

Estos científicos, enfocándose en las moscas de la fruta, lograron identificar genes y proteínas que juegan un papel clave en la regulación del ritmo circadiano. Hallaron que estas proteínas se acumulan en las células durante la noche y se degradan durante el día. Este ciclo de acumulación y degradación no es solo un fenómeno fascinante, sino que es fundamental para el funcionamiento de nuestro reloj biológico interno.

Comprender cómo funcionan estos ritmos circadianos nos ha abierto las puertas a una comprensión más profunda de cómo afectan a nuestra salud. Por ejemplo, la desincronización circadiana se ha vinculado con una variedad de trastornos metabólicos, incluyendo la obesidad, la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Asimismo, la alteración de estos ritmos también se relaciona con trastornos del sueño, como el insomnio, y con trastornos del estado de ánimo, como la depresión.

El Núcleo Supraquiasmático: El Director de la Orquesta de Nuestros Relojes Biológicos

En el complejo universo del cuerpo humano, el reloj principal que se encuentra en el cerebro juega un papel crucial, coordinando todos los relojes biológicos para mantener una armonía perfecta en nuestro cuerpo. Este reloj principal esta compuesto por una agrupación de aproximadamente 20.000 neuronas que forman lo que conocemos como el núcleo supraquiasmático, o NSQ, una estructura de inigualable importancia en el cerebro.

El NSQ no es solo un componente más del cerebro, sino un verdadero maestro en la regulación del tiempo biológico. En un artículo de revisión sobre Regulación Circadiana, publicado en la prestigiosa revista de nutrición chilena en 2018, se describe con claridad didáctica cómo actúa esta estructura en la regulación del tiempo de nuestro cuerpo.

Aquí se explica que la ritmicidad circadiana se organiza a través del llamado Sistema Circadiano, comandado a nivel central por el NSQ. Este núcleo es sensible a la intensidad de la luz gracias a su comunicación con neuronas fotosensibles de la retina, que expresan melanopsina. De esta forma, el NSQ sincroniza a diario diversos relojes circadianos situados tanto dentro como fuera del sistema nervioso central, incluyendo órganos vitales como el hígado, tejido adiposo, glándulas suprarrenales, páncreas, riñón, corazón y músculo esquelético.

Es fascinante descubrir cómo, mientras la alternancia de luz y oscuridad sirve como principal estímulo sincronizador para el NSQ, la ingesta de alimentos emerge como un potente estímulo sincronizador para los osciladores periféricos. Este entrelazado de señales y respuestas nos muestra lo increíblemente complejo y maravillosamente sincronizado que es nuestro cuerpo.

Relación entre Cronotipos, Alimentación y Salud Metabólica

La nutrición juega un papel fundamental que va más allá de lo que comúnmente se percibe. No solo es importante qué comemos, sino también cuándo comemos. El momento y la composición nutricional de nuestros alimentos son cruciales para el correcto funcionamiento de nuestros relojes biológicos. Comer a horas inapropiadas, como durante la noche, puede provocar una desincronización en estos relojes. A largo plazo, esta desincronización puede desembocar en problemas de salud serios, como el aumento de peso, la obesidad mórbida o una función metabólica deficiente ¿Cómo ayuda el sueño a perder peso? Se podría resumir de la siguiente manera:

  • Aumenta la quema de calorías, es decir el sueño ayuda a regular el metabolismo y con la desalineación del ritmo circadiano se  aumenta el riesgo de obesidad al reducir el gasto energético de 24 horas.
  • Se producen cambios en las hormonas del apetito que promueven el hambre y el consumo de energía. hay estudios donde se informa que cuando no se duerme lo suficiente el cuerpo produce pequeños cambios en la producción de grelina y leptina que son hormonas reguladoras del apetito.

Es interesante observar cómo ser una persona de hábitos nocturnos o matutinos (cronotipo) no solo determina nuestras horas de sueño y vigilia, sino que también influye en nuestros hábitos alimenticios, afectando así nuestro sistema de ritmo circadiano. Recientes estudios han profundizado en la relación entre el cronotipo de una persona y su estado de salud, enfocándose principalmente en la ingesta total de alimentos, marcadores metabólicos y en menor medida, en la distribución y el comportamiento alimentario.

En una revisión sistemática realizada en 2022 por la escuela de deporte salud y nutrición en Auckland (NZ)  tenía como objetivo analizar si el cronotipo influye indirectamente en los comportamientos alimentarios y la ingesta dietética así como determinar los biomarcadores que impactan en la composición corporal de adultos sanos. Para ello, se realizó una búsqueda exhaustiva en bases de datos electrónicas reconocidas, seleccionando estudios que clasificaban a adultos sanos en función de su cronotipo y perfiles de composición corporal.

De los 4404 artículos revisados, 24 cumplieron con los criterios establecidos. Los hallazgos revelaron que las personas con un cronotipo vespertino tenían mayor propensión a sufrir de sobrepeso u obesidad y presentaban una salud metabólica más deteriorada en comparación con las personas de cronotipo matutino. Curiosamente, ambos cronotipos consumían cantidades similares de energía y macronutrientes, pero lo hacían en horarios acordes a sus patrones de sueño y vigilia. Los individuos de cronotipo vespertino tendían a consumir la mayor parte de su energía y macronutrientes hacia la noche, a menudo exacerbado por comportamientos alimentarios poco saludables y dietas desfavorables.

Estos resultados aportan un mayor entendimiento sobre la predisposición a mayores tasas de sobrepeso, obesidad y biomarcadores metabólicos desfavorables en personas de cronotipo vespertino.

En resumen, el estudio de los relojes biológicos no solo nos desvela más sobre cómo funciona nuestro cuerpo, sino que también nos ayuda a entender mejor enfermedades complejas y a desarrollar tratamientos más efectivos. Un enfoque más detallado sobre cómo los ritmos circadianos afectan nuestra salud es crucial para desarrollar estrategias de intervención eficaces que mejoren nuestra salud y bienestar

“Estamos solo al comienzo de este apasionante viaje de la ciencia”

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    Bibliografía del Blog

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    Chamorro, Rodrigo, Farias, Rut, & Peirano, Patricio. (2018). Circadian rhythms, eating patterns, and sleep: A focus on obesity. Revista chilena de nutrición45(3), 285-292.

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